A pesar de no haberme criado en un hogar con bajos recursos, tampoco estaba boyantes. Éramos cuatro las mujeres en casa y siempre recordé la queja de mi madre diciendo "¿otra vez tenemos que comprar?" por suerte hace unos años descubrí la copa y las bragas menstruales y ahora es algo que regalo a mis sobrinas por motivos de salud, ambientales y económicos, aunque todavía son reacias a su uso frente a los desechables.
Trabajo en un colegio donde la mayoría del alumnado no vive esta pobreza menstrual, pero si que cuando hablamos de este tema surge el tema del coste de estos productos, por ser abusivo. Me ha sorprendido leer el artículo y conocer esta problemática y por supuesto que entiendo que afecte al fracaso escolar. En mi caso tengo alumnas que no vienen aludiendo a los dolores que les provoca la menstruación y en esos casos trato de hablar con las familias pero en muchos casos me he encontrado con un rechazo para llevarlas a revisión médica porque las propias familias lo consideran "normal". Necesitamos totalmente que se incluya este tema dentro de las aulas para que también pueda llegar a las familias. Como profesora de biología lo trabajo en 3º de la ESO y como tutora en 1º de la ESO. Es en 1º donde me encuentro más vergüenzas y tabúes, y aunque en las dinámicas que planteó en 3º hay más apertura por parte de chicas y chicos, todavía siguen repitiéndose patrones que yo vivía en mi adolescencia, como esperar a que todos salgan para pedir a una compañera o a mi misma un producto de higiene, las chaquetas atadas a la cintura, etc. Lo que más me sorprende es que cuando hablamos de este tema los chicos suelen entrar en bromas o pasar de la conversación, como me han dicho algunas veces "no es su problema". A pesar de esto si veo una mejora y al menos hablamos de ello en el centro, cosa que en mi instituto no se hacia.
En el centro no se cuenta con productos de higiene femenina, a pesar de que en muchas ocasiones los he tenido que solicitar y al final son mis propias compañeras las que los aportan en caso de que una alumna los necesite. Personalmente desde hace años uso la copa y las bragas menstruales y cada vez son más mis alumnas que están informadas de estas opciones, pero en muchos casos la queja es que en los baños del cole no pueden usarla porque no hay un lavabo junto al inodoro. Personalmente he pedido permiso para que puedan usar el baño de profes que si lo tiene en estos momentos, pero no se ha atendido esta petición porque podría llevar a un uso indebido de los mismos.
En cuanto a porque creo que ha habido una regulación en las mascarillas y no en los productos de higiene femenina, volvemos al mismo problema del que venimos hablando, la desigualdad de género. Como el coste solo nos afecta a las mujeres no es apreciado como un problema, ni algo de interés general. Es lamentable que nuestra menstruación siga siendo silenciada, considerada algo sucio y no se trate de interiorizar la importancia de nuestro ciclo menstrual en nuestro día a día. De la misma manera es increíble que se nos eduque para comportarnos linealmente sin importar nuestro estado cíclico. Recuerdo la primera lectura que hice con 28 años al libro "Las fases de la luna roja" y como reconocer mi ciclo, mis diferentes estados, etc. me ha ayudado a programar mejor mi vida. Por ejemplo, si tengo que enfrentarme a la defensa de un trabajo intentaré programarlo después de mi menstruación y nunca en la fase pre o menstrual porque mi estado emocional y mi estado anímico no serán los mismos. Del mismo modo que cuando tengo que tomar una decisión importante ya no la tomo sin valorar en que momento de mi ciclo estoy, pues se que puede ser de importancia. Es por esto que en la medida de lo posible trato de compartir este saber con mi alumnado, pero de ahí a que luego lo apliquen es algo que se me escapa, por eso me gustaría que la menstruación y todo lo que la rodea fuese un tema abierto y sin tabúes, que nos permitiría una mejora significativa a todas y todos.